Con una concurrencia de más de 300 asistentes -entre los que se encontraron profesionales de las industrias de energía y minería, autoridades públicas y expertos nacionales- los equipos de MAPS Chile y Energía 2050 desarrollaron los paneles de discusión que analizaron las tendencias y desarrollos futuros en energía y cambio climático, en el seminario “Explorando el futuro: La energía y el desarrollo bajo en carbono” dividido en tres jornadas, entre el 15 y 17 de abril.

El encuentro, que contó con la presencia de reconocidos exponentes internacionales y nacionales, invitó a dialogar acerca de los principales desafíos que presentan los rápidos cambios en tecnologías y prácticas, además de las oportunidades y desafíos que existen para mejorar la sustentabilidad de nuestro desarrollo.

Las discusiones se enfocaron en tres ejes temáticos:

  • Tendencias y el futuro del sector energético
  • Implicancias para la mitigación del cambio climático
  • Oportunidades y desafíos para el desarrollo del país.

El seminario se abrió con las presentaciones en torno a los desafíos energéticos, a cargo de los expertos internacionales Luis Munuera, de la Agencia Internacional de Energía y Golbon Zakeri, de Energy Center de la University of Auckland, junto a los expertos nacionales Daniel Salazar, Director CDEC – SING y Rigoberto Torres, de la Universidad de Chile. Los profesionales abrieron el debate sobre las visiones de futuro, nuevos modelos de negocio, almacenamiento, redes inteligentes, generación descentralizada y la integración de las energías renovables.

“El principal desafío gira mucho en torno a tener una planificación holística sobre cuál es el impacto que pueden tener las energías renovables en los sistemas actuales y cómo se llega a esa transformación en el futuro”, destacó ante esto último el representante de la Agencia Internacional de Energía. En palabras de la doctora Zakeri, esta planificación debe estar dirigida a conseguir energías limpias y distribuibles “más prevalentes en la sociedad y considerando sus diferentes niveles. Afortunadamente, la tecnología se está desarrollando rápidamente y a menor costo, lo que podría mejorar la disponibilidad de esta para todos los estratos sociales”, desafío en el que el gobierno juega un rol central, agregó la experta.

En paralelo, se abordó la adaptación y mitigación del sector agropecuario y forestal. Los expertos  Josef Schmidhuber, jefe de la Unidad de Estudios de Perspectiva Global de FAO, Walter Vergara,  de WRI, Aldo Cerda, de CORFO y Francisco Meza, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, debatieron acerca de buenas prácticas para combinar mitigación y adaptación, tendencias mundiales en alimentos, forestación sustentable y cambio climático.

“El concepto clave para el futuro sustentable es la intensificación de lo sustentable. ¿Qué implica? Diversos elementos, tales como mayor inversión en investigación y desarrollo, sistemas de nutrición, manejo integrado de pestes, reforestación y rehabilitación de tierras erosionadas”, indicó el experto de FAO. Para Schmidhuber, uno de los temas más relevantes en el mundo del agro en el cambio climático es “la necesidad de evitar una expansión de la tierra agrícola, lo que siempre significa deforestación o, al menos, cambios en los usos de la tierra que están asociados a la emisión de gases de efecto invernadero, particularmente de CO2”.

La discusión del segundo día fue protagonizada por el desarrollo hidroeléctrico, de la mano de los expertos Tony Barbour, de Enviropaedia, Dani Heusser, de WWF Internacional, Claudio Meier de la Universidad de Concepción y Manuel Tironi, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quienes presentaron acerca de buenas prácticas, nuevos desarrollos tecnológicos y tendencias en esquemas de asociatividad.

Heusser hizo una interesante diferenciación entre energías renovables y energías sustentables, además del papel que juega la planificación y medición de los impactos para transitar entre ambos conceptos y conseguir un desarrollo sostenido de la hidroelectricidad. “Una planificación y un criterio sobre la infraestructura ya existente (línea de alta tensión, carretera, casas, pueblos y trabajadores ya existentes) es clave. Si buscamos sitios para producir y la línea de tensión está cerca, será mucho más sustentable que si vamos a la Patagonia y tenemos que construir 2 mil kilómetros de línea de alta tensión”, destacó.

Una opinión compartida por el experto de Enviropaedia, quien agregó que el desarrollo hidroeléctrico es positivo en la medida que “se use apropiadamente, usando una forma de energía limpia con desarrollo social y crecimiento económico”. Barbour subrayó que “la hidroelectricidad puede ser muy beneficiosa, si se piensa en términos de buscar la equidad para todos los actores, no solo en provecho de las grandes industrias”.

En la temática de las ciudades, Chris Twinn, de ARUP, Boyd Cohen, de la Universidad del Desarrollo, Alejandro Gutiérrez, de CreoAntofogasta y Cristián Yáñez, de CDT, desarrollaron sus ideas en relación a planificación urbana baja en carbono, cambios sociales y tecnológicos.

“Las ciudades son organismos vivientes: no se puede afectar una de sus partes sin afectar las otras, para mal o para bien. El suministro de energía y su demanda, por ejemplo, puede mirarse de la misma manera: es posible aprovechar los desafíos de la primera para lograr tomar las mejores decisiones en el otro”, señala Twinn. De acuerdo al experto, para que una ciudad sea sustentable “pueden tomarse diferentes caminos, en los que la participación de los diferentes actores sociales es distinto; sin embargo, un asunto clave es lograr que la gente entienda su rol y se levante para trabajarlo”.

Durante la última jornada, fueron debatidos los desafíos de la industria y la minería en temáticas como la innovación y nuevos sectores, anticipando cambios productivos (cobre), economía circular y la industria solar, de la mano de los exponentes James Deverell, de CSIRO, Jaime Alee, de la Universidad de Chile, Fidel Báez, de CODELCO y Gonzalo Rivas, de CNIC. Los expertos convergieron en el rol activo de las ERNC en el desarrollo sostenible de la minería y de su actual impacto en el sector.

“Una gran cantidad de compañías mineras están explorando el agua de mar como un potencial recurso, pero la desalinización es increíblemente demandante de energía. Hemos encontrado maneras de usar las energías renovables para este proceso, lo que estaría ayudando a la industria a avanzar en esta línea”, indicó Deverell.

Los diálogos sobre transporte cerraron el seminario, que incluyó exposiciones acerca de vehículos eléctricos, transporte no motorizado, cambios de patrones de comportamiento y transporte público, por parte de las exposiciones de Paolo Santi, del MIT Frauhofer, Mauricio Osses, de la Universidad Técnica Federico Santa María y Lake Sagaris, de la Pontificia Universidad Católica de Chile. El papel que juegan los usuarios y la ciudadanía fue el centro de atracción del diálogo.

“Nuestros análisis muestran que el compartir taxis puede hacer mucho, pues hay muchos de estos circulando por las ciudades. Nuestro modelo ha mostrado que casi la mitad del tráfico generado por taxis puede ser reducido con un sistema de uso compartido entre los pasajeros”, precisó Santi. “La gente tiende a moverse de una manera muy similar, lo que evidencia que una práctica tan simple como compartir el transporte puede hacer mucho”, finalizó.

En síntesis, los paneles trabajaron en una mirada de largo plazo sobre desafíos que son relevantes para el país, con una participación multisectorial y multidisciplinaria. “Al explorar el futuro, como señala el nombre de la actividad, hicimos el ejercicio de traer algo de ese futuro acá y ponerlo sobre la mesa, discutiendo también qué otras opciones existen y las posibilidades que tenemos como país de avanzar en el desarrollo bajo en carbono”, comentó Hernán Blanco, líder de Proceso MAPS Chile.