Cop20

Con un llamado a la acción y el compromiso de más de 190 naciones que se congregaron en la  20ª Conferencia de las Partes (COP20), el mundo avanza hacia un nuevo acuerdo climático universal.

“En Lima, durante la exitosa reunión de la COP20, los gobiernos construyeron y sentaron las bases de lo que será un acuerdo significativo y universal sobre el cambio climático en París en 2015”, sostuvo el secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, a propósito del encuentro.

La COP20 de Lima estuvo marcada por la urgencia de tomar acciones concretas para limitar el aumento de la temperatura a no más de dos grados, a finales de siglo.

Cimentar las bases

Si bien desde distintos sectores de la sociedad civil se elevaron voces que pidieron elementos más concluyentes en esta cruzada, desde la organización se destacó la reunión como una instancia que encamina a los países al encuentro que se realizará en París en diciembre 2015, al acordar reglas básicas sobre las contribuciones, el impulso de la adaptación y un desarrollo bajo en carbono.

De todas formas, la interrogante sigue puesta en los caminos concretos para llegar a este objetivo y cómo se distribuirán los impactos económicos entre los países comprometidos. El texto que se evacuó al final del encuentro “La llamada a la Acción de Lima“, referencia responsabilidades comunes pero diferenciadas de los firmantes frente al problema.

Así, la reciente COP20 permitió consensuar y comprometer las bases para que los países puedan someterse al nuevo acuerdo, a través de las Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (INDCs por sus siglas en inglés), que determinarán de la acción climática posterior al año 2020. En febrero 2015 se seguirán afinando los detalles en la ciudad de Ginebra.

Resultados de valor

Como hitos en la lucha contra el cambio climático global adoptados en esta reunión, se reconocieron principalmente:

  • Los anuncios de contribuciones al Fondo Verde para el Clima, tanto de países desarrollados como en desarrollo, que se elevaron por sobre los USD 10.000 millones.
  • El impulso a los Planes Nacionales de Adaptación que post COP20 deberían crecer y focalizarse mejor en el objetivo de contribuir a que los países menos desarrollados y en vías de desarrollo afronten los efectos del cambio climático, accediendo a financiamiento y ejecución más eficaz en las acciones que identifiquen.
  • La Declaración Ministerial de Lima sobre Educación y Concienciación, que llama a los gobiernos a incluir el cambio climático en la formación escolar y concientizar a la sociedad civil.
  • Respecto de “pérdidas y daños”, apartado creado en 2013 para situaciones en que los impactos del cambio climático excedan la capacidad de enfrentamiento de los involucrados, se avanzó en un plan de trabajo inicial a dos años plazo y la composición de un Comité Ejecutivo.
  • El desarrollo del Plan de Trabajo de Lima sobre género, para promover una efectiva participación de las mujeres, como agentes empoderadas en adaptación y mitigación. Es la primera vez que en una COP se incluyen avances en política de equidad de género.

“Las negociaciones han alcanzado un nuevo nivel de realismo y comprensión sobre lo que hay que hacer ahora, en los próximos 12 meses y en los años y décadas que vienen, si queremos de verdad y de forma decisiva afrontar el cambio climático”, comentó Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).